Leyendas Arequipeñas
El puente Juan Pablo II que se encuentra al final de la avenida Ejercito que limita con cerro colorado, antiguamente se llamaba “El puente del diablo” según las versiones de antiguos arequipeños lo sabemos porque lo llaman así:
Existía en esa subida para cerro colorado una picantería; que la dueña contrató una bella jovencita para llamar a la clientela. La propietaria se enteró que la bella jovencita estuvo embarazada y le propuso en practicarle una extracción o sea un aborto y al realizarse semejante inhumana acción, botaron el feto debajo del puente que todavía no tenía nombre.
Cuando pasaron los años y la jovencita ya adulta, paseaba por esos lugares cerca del puente; cuando escuchó llantos de una criatura, Conmovido por la acción desnaturalizada de alguna mamá, bajo a la torrentera para recoger al bebé y lo cubrió con su manta, cuando caminaba con la criatura en brazos, sintió que los lloriqueos se convirtieron en gruñidos y estaba siendo arañada y rasgada. Había recogido al mismo demonio, la mujer desesperada corrió al puente y lo arrojo la criatura infernal.
Posteriormente la mujer se volvió loca en castigo de haber abortado y haber arrojado a la criatura bajo la torrentera y por ello el puente lo bautizaron “El puente del diablo” hoy puente Juan Pablo II.
Recuperado de: http://leyendas-peru.blogspot.com/2011/06/el-puente-del-diablo-arequipa.html el día 23 de Agosto del 2017
Duendes Arequipeños
Muchas veces habrá oído hablar de los duendes dice que son pequeños hombrecitos de menudas proporciones, tienen una barba larga y a veces llevan un sombrero grande.
Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y luego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.
Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.
Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.
A veces tocan una flauta y atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar por su magia hasta sus dominios.
Algunos duendes son viejos barbaros y pequeños, estos son malignos y peligrosos causan terror a quienes lo ven, a veces se pegan a las espaldas de los humanos y como no hay como desprenderse de estos, pueden conllevar a la muerte.
También adormecen y reaniman a los hombres soplándoles el rostro, dicen que sus excrementaron color amarillo y cuando cae el sol se volatizan, muchas veces imitan el llanto del bebe, confundiéndolos.
La única forma de deshacernos de estos duendes maléficos, es hacer llorar a un niño, y a un duende.
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Duendes Arequipeños |
Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y luego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.
Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.
Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.
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Duendes Arequipeños |
A veces tocan una flauta y atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar por su magia hasta sus dominios.
Algunos duendes son viejos barbaros y pequeños, estos son malignos y peligrosos causan terror a quienes lo ven, a veces se pegan a las espaldas de los humanos y como no hay como desprenderse de estos, pueden conllevar a la muerte.
También adormecen y reaniman a los hombres soplándoles el rostro, dicen que sus excrementaron color amarillo y cuando cae el sol se volatizan, muchas veces imitan el llanto del bebe, confundiéndolos.
La única forma de deshacernos de estos duendes maléficos, es hacer llorar a un niño, y a un duende.
Recuperado de: http://leyendas-peru.blogspot.com/2011/06/duendes-arequipenos-arequipa.html el día 23 de Agosto del 2017
La Novia sin Cabeza
Una vez terminada la conversación, tuve que despedirme de mi buen amigo el párroco y aventurarme a la soledad de la noche que a veces a estas altas horas de la noche es muy solitaria y silenciosa. Antes de partir hacia el cercado mi amigo el párroco me deseo suerte y me advirtió de los peligros y sustos que se pueden dar a la oscuridad de la noche y me dio un crucifijo.
Gracias le dije y yo no estaba tan preocupado por ninguna de esas viejas leyendas de vampiros, fantasmas y duendes que existen, yo no creo en ese tipo de historias, en cualquier caso yo siempre me había caracterizado por mi valentía.
Ya había recorrido gran parte del camino para llegar a la vieja casona donde vivo, cuando atravesé por la callejuela de Santa Catalina, vi algo inesperado, a escasos metros pude ver la figura de una dama , llevaba un vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo en una de sus manos una cabeza y a esos escasos metros escuche que lloraba.
Quede consternado por lo inexplicable y sobrenatural, me detuve por unos minutos y espere que aquella entidad misteriosa desaparezca, sin embargo recordé el crucifijo que lo tenía en mi bolsillo, y este me dio valor para seguir mi camino, porque si no me tardaría en llegar a mi casa a descansar.
Cuando di unos cuantos pasos hacia adelante quede más estremecido al ver que aquella espantosa dama se acercaba a mí. Su rostro ensangrentado en su mano me lleno de espanto y terror. No pude seguir caminando mi cuerpo se deslizo al suelo del susto en esos momentos temí por mi vida y mi corazón latía más rápido, metí mi mano al bolsillo y saque el crucifijo que me dio mi amigo el párroco.
Al acercarse más la aterradora figura de la mujer pensé que este podía ser el fin de mi existencia y me daría un ataque de susto. Tenía el crucifijo en mis manos y con mucho esfuerzo con mis manos tembloroso apunte el crucifijo hacia ella.
Entonces escuche un horrible y bestial llanto, la desgarradora figura empezó a alejarse de mi rápidamente, perdiéndose por el callejón que está detrás de la Catedral.
Me levante de la helada pista y con el crucifijo en mi mano me arme de valor y decidí perseguirla, recorrí una cuadra de la calle San Francisco y luego al dirigir mi mirada hacia las afueras de la catedral vi que su cuerpo empezaba a elevarse y así perderse en la oscuridad del infinito cielo.
Al día siguiente desperté muy tarde y al recordar lo que me pasó en la noche no podía creerlo, me había encontrado cara a cara con la novia sin cabeza, una leyenda de hace mucho tiempo, dicen que era una dama que un día antes de casarse sufrió un accidente, y estuvo a punto de perder la cabeza, por eso sale en las noches a deambular por las calles haciendo asustar a los incrédulos transeúntes que caminan muy de noche. Salí de mi casa a ver a mi amigo el párroco y agradecerle por haberme proporcionado su crucifijo porque si no lo hubiera hecho, tal vez no hubiera vivido para contarlo.
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Novia sin cabeza |
Ya había recorrido gran parte del camino para llegar a la vieja casona donde vivo, cuando atravesé por la callejuela de Santa Catalina, vi algo inesperado, a escasos metros pude ver la figura de una dama , llevaba un vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo en una de sus manos una cabeza y a esos escasos metros escuche que lloraba.
Quede consternado por lo inexplicable y sobrenatural, me detuve por unos minutos y espere que aquella entidad misteriosa desaparezca, sin embargo recordé el crucifijo que lo tenía en mi bolsillo, y este me dio valor para seguir mi camino, porque si no me tardaría en llegar a mi casa a descansar.
Cuando di unos cuantos pasos hacia adelante quede más estremecido al ver que aquella espantosa dama se acercaba a mí. Su rostro ensangrentado en su mano me lleno de espanto y terror. No pude seguir caminando mi cuerpo se deslizo al suelo del susto en esos momentos temí por mi vida y mi corazón latía más rápido, metí mi mano al bolsillo y saque el crucifijo que me dio mi amigo el párroco.
Al acercarse más la aterradora figura de la mujer pensé que este podía ser el fin de mi existencia y me daría un ataque de susto. Tenía el crucifijo en mis manos y con mucho esfuerzo con mis manos tembloroso apunte el crucifijo hacia ella.
Entonces escuche un horrible y bestial llanto, la desgarradora figura empezó a alejarse de mi rápidamente, perdiéndose por el callejón que está detrás de la Catedral.
Me levante de la helada pista y con el crucifijo en mi mano me arme de valor y decidí perseguirla, recorrí una cuadra de la calle San Francisco y luego al dirigir mi mirada hacia las afueras de la catedral vi que su cuerpo empezaba a elevarse y así perderse en la oscuridad del infinito cielo.
Al día siguiente desperté muy tarde y al recordar lo que me pasó en la noche no podía creerlo, me había encontrado cara a cara con la novia sin cabeza, una leyenda de hace mucho tiempo, dicen que era una dama que un día antes de casarse sufrió un accidente, y estuvo a punto de perder la cabeza, por eso sale en las noches a deambular por las calles haciendo asustar a los incrédulos transeúntes que caminan muy de noche. Salí de mi casa a ver a mi amigo el párroco y agradecerle por haberme proporcionado su crucifijo porque si no lo hubiera hecho, tal vez no hubiera vivido para contarlo.
Recuperado de: http://linda-arequipa.com/leyendas-arequipenas/ el día 23 de Agosto del 2017
El Fraile sin Cabeza
Una leyenda de Arequipa del siglo XIX, nos cuenta sobre el diabólico andar del "Fraile sin cabeza". Un alma en pena, a veces gravitante, que se sabía, por toda la ciudad, recorría de lado a lado el callejón de la Catedral y siempre al amparo de las doce campanadas que dejaba oír el reloj de la torre. El espectro, decían quienes habían tenido el valor o la mala fortuna de encontrárselo, se mostraba ataviado con un viejo hábito franciscano y en cuyo interior del alargado capuchón que debía cubrirle la cabeza, sólo se podía entrever una profunda oquedad, una sombra provocada por el vacío.
La leyenda -o por lo menos una de las dos versiones de la misma-, cuenta que el espectral personaje había sido decapitado por el hijo de un noble español, quien por un desacuerdo intrascendente, había reñido con el fraile y en medio del calor de la desigual contienda, la cabeza de éste último había sido cortada de tajo; a causa del fuerte golpe que le propinó el hijo del noble con la espada. El lamentable acontecimiento había ocurrido en el callejón de la Catedral, del lado que antiguamente daba a la "Casa Forga". Se cuenta además que el religioso había sido enterrado sin su respectiva cabeza, pues al momento de la decapitación, un perro la había mordido y llevado a esconder en algún recoveco de los alrededores. Era por esto, refieren los abuelos, que el fraile andaba vagando en busca eterna de su cabeza. Tal vez la modernidad, al parecer, aplacó su constante deambular; o quizá finalmente encontró lo que tanto andaba buscando.
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El fraile sin cabeza (Foto: Internet) |
Recuperado de: http://arequipa.metroblog.com/labels/leyendas+aqp el día 23 de Agosto del 2017
La Sirena del Puente Bolognesi
¿Alguna vez oyó referir sobre la sirena del puente Bolognesi? Nuestra ciudad tampoco queda al margen de las leyendas griegas. Cuentan los antiguos que cuando era estación de avecinarse las lluvias y al despuntar la medianoche, hacía su aparición una bella mujer con cola de pez, encima de la enorme piedra que está al pie del puente Bolognesi, en pleno lecho del río.
Cuenta Eloy Obando, vecino que habita dichos lugares desde hace 75 años, que la tradición oral que le trasmitieron, refería a una sirena que esperaba a su amado ya entrada la medianoche. El lugar, que en esos tiempos estaba sin lo que es ahora la avenida La Marina, tenía un acceso consistente en una escalerilla que rodeaba la acequia, curso de agua que recorría la ciudad al margen izquierdo del río Chili. A una hora precisa, hacía su aparición, simultáneamente, la sirena en el río y un hombre desnudo en el callejón Ibáñez, arrastrando unas cadenas y subiendo un poste -que imaginamos era para divisar a su amada- luego, bajaba hasta la casa que colinda con el río, para perderse en medio de la noche y encontrarse finalmente con la ninfa de las aguas que lo esperaba en medio de cánticos y tenues luces que se daban paso en tan descomunal piedra. Antes de que aclarase el día, cuentan otros vecinos, la piedra se convertía en una morada llena de bonitas muchachas que salían en espera de algún inocente hombre para llevarlo a sus dominios. Asimismo, se dice que dichas sirenas eran las causantes de que muchas personas se arrojaran desde lo alto del puente contra el lecho del río.
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Sirena del Puente Bolognesi |
Recuperado de: http://leyendas-peru.blogspot.com/2014/09/la-sirena-del-puente-bolognesi.html el día 23 de Agosto del 2017
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